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Los Estilos del “Padre Mentor” – Parte II

08.04.2015
08.04.2015
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Dependiendo de la circunstancia y de la naturaleza de la relación con su mentee, pueden darse cuatro posibilidades:

1. Orientación a la tarea y enfoque unidireccional: En este caso, el estilo que usa el mentor es “DECIR”. Por ejemplo, imagina que en la sala de urgencias de un hospital el médico jefe está mentorizando al equipo de médicos junior que están empezando a desempeñarse en ese contexto. Si en ese momento entra un paciente con riesgo de muerte por un accidente de tráfico, el desarrollo de las personas pasa a un segundo plano. Los médicos junior obedecerán las indicaciones precisas que el médico senior les trasladará. Y esto es absolutamente legítimo y necesario, ya que en ese momento la orientación a la tarea es prioritaria y el dominio técnico del médico principal es superior al del resto.

2. Orientación a la tarea y enfoque bidireccional: Aquí el estilo recomendable para el mentor es “ACONSEJAR”. Esto se produce cuando, como mentor, busco que mi mentee tome una decisión, pero me permito recomendarle posibilidades basadas en mi experiencia o mayor conocimiento sobre un tema. Yo sugiero, pero quien toma la decisión es el mentee.

estilos mentoring

3. Orientación a la persona y enfoque unidireccional: En este caso, el estilo se basa en la habilidad para “PERSUADIR”. Como mentor, uso la persuasión para conseguir que mi mentee llegue de un punto A a un punto B que yo ya conozco de antemano, pero quiero que sea él quien vaya descubriendo el camino gracias a mi intervención. Mucha gente considera manipulador este estilo, pero en realidad todos utilizamos la persuasión en mayor o menor grado, e incluso sistemas educativos como el método socrático o la mayéutica están basados en él.

4. Orientación a la persona y enfoque bidireccional: Éste es el estilo del “MENTOR-COACH”. Cuando utilizo este estilo, parto de la base de que el mentee es tan capaz como yo de llegar a la solución de un problema, y de que su enfoque puede ser mucho más acertado, valioso o efectivo que el mío; de modo que me pondré a su disposición para que utilice mi experiencia, trayectoria o conocimientos de la manera en la que a él le resulte más conveniente. Éste es un estilo puro de acompañamiento, donde el desarrollo de la persona tiene el protagonismo absoluto del proceso, y resulta especialmente indicado en casos de alta madurez.

Sin entrar en detalles, éstos son los cuatro estilos de intervención de los que se puede servir un mentor para cultivar una relación efectiva con su mentee, y son útiles independientemente del nivel lógico en que se esté produciendo dicha relación y del rol que esté desempeñando el mentor, factores ambos diseñados en el plan de mentoring de la organización. En futuros artículos analizaremos cada uno de esos niveles lógicos, así como cuándo y para qué puede resultar conveniente usar cada uno de ellos.

Por Iván Yglesias-Palomar Director de Desarrollo de Negocio

Ivan Yglesias-Palomar

Ivan Yglesias-Palomar

Director de Desarrollo de Negocio de Atesora Group.

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