El miedo o la sensación de vacío (angst), al igual que los dragones, suele “custodiar” una información tremendamente valiosa para cada uno de nosotros: nos informa de nuestras necesidades, de aquello en lo que no nos sentimos suficientemente seguros porque no hemos aprendido aún cómo responder a ello. Pero en ocasiones, “entrar en la cueva” para buscar el dragón y mirarle a los ojos es lo más inteligente que podemos hacer. Es una puerta a nuestro autodecubrimiento y por ende a nuestro desarrollo y probablemente sea uno de los aspectos que más determinan la calidad de vida que seamos capaces de vivir.
Así que si queremos emprender cualquier cambio, es relevante que exploremos los diferentes asuntos de desarrollo y seguridad, de miedo y/o vacio que puedan estar involucrados como una forma de utilizar nuestras emociones y sentires de una forma más completa y útil para nosotros.
John McWhirter desarrolló una interesante y valiosa secuencia para poder “identificar dragones” empleando nuestras necesidades de seguridad y desarrollo como motor para explorar.
A continuación expondré brevemente un ejemplo de secuencia:
1. Identifica un asunto. Un buen ejemplo para practicar sería uno que has comenzado y luego te has rendido y lo has dejado. Por ejemplo, siguiendo en la línea del ejemplo anterior: “Estoy aburrido en mi trabajo y me gustaría tener otro, pero me podrían rechazar en una entrevista”.
2. Separa en el espacio (o en una hoja de papel) cada uno de los lugares correspondientes a Seguridad- Desarrollo, Miedo-Angst.
Ve pasando por cada uno de ellos, identificando todos los posibles asuntos que pudieran preocuparte y anótalos. Así, por ejemplo:
a.- “Aburrido con el trabajo” es “angst”.
b.- “Me gustaría tener otro” es “desarrollo”.
c.- “Me podrían rechazar” es “miedo”.
En este punto la persona se rinde y lo deja pues la sensación de rechazo puede ser muy paralizante.
3. Repetir, esta vez volviendo al comienzo para recordarte la sensación inicial usando la palabra “pero”: “Estoy aburrido en mi trabajo y me gustaría tener otro, pero me podrían rechazar en una entrevista pero estoy aburrido en mi trabajo.”
Esta fase a menudo sirve para re-motivarnos a pensar por qué necesitamos ese cambio y por qué es importante para nosotros.
4. Repetir y esta vez, en el punto en que lo habías dejado, muévete a cualquiera de las áreas no usadas todavía usando la frase “así que”. En este ejemplo: “Estoy aburrido en mi trabajo y me gustaría tener otro pero me podrían rechazar en una entrevista así que necesito aprender a estar seguro en la entrevista. Por ejemplo:
a.- “Así que necesito estar seguro en la entrevista”. ¿Qué puedo hacer para que sea más segura? (desarrollo).
b.- “Mi trabajo es aburrido” (angst). ¿Qué puedo hacer para que sea más interesante? ¿De qué manera puedo hacer que sea más significativo?¿qué necesito para ello? (desarrollo)…..
c.-“¿Qué cosas temo que sucedan? ¿Cuál sería el escenario más temido? (miedo). ¿Cómo podría responder ante este escenario si llegara a suceder? ¿Qué necesito aprender? ¿Cómo podría hacerlo más apropiadamente?….. (seguridad).
Como vemos pueden salir muchos asuntos con los que hacer algo al respecto, en lugar de quedarnos pillados y no ir más allá.
No es infrecuente que en los procesos de coaching y de mentoring que iniciamos con las personas y las organizaciones, tengamos que abordar una y otra vez estas cuestiones. Probablemente son la mayor fuente de resistencia hacia el cambio y por tanto son dinámicas que ninguna empresa debería de ignorar si quiere impulsar cambios de forma efectiva. Gestionarla efectivamente determina la diferencia entre conseguir cumplir con nuestros objetivos y/o necesidades o sentirnos victimizados por nuestro entorno.
Este nuevo año, en lugar de listar únicamente tus nuevos propósitos, quizás sea interesante que busques cuáles son tus dragones, es importante que vayas a por ellos antes de que se hagan demasiado grandes…y de paso, es probable que si entras en la cueva haya algún tesoro aguardándote.
Por Miguel Labrador Hayas
Todo Dragón custodia un Tesoro: Gestionando el Cambio de forma efectiva (Parte I)
Todo Dragón custodia un Tesoro: Gestionando el Cambio de forma efectiva (Parte II)